Junior Achievement: Invirtiendo en el futuro

Publicado en Tiempo Empresario Nº 187 (2003)

“Ninguna universidad enseña a los jóvenes a ser emprendedores; para lograrlo hay que inculcar el espíritu emprendedor desde muy temprana edad”. Así lo manifestó Lucas Hadad, el director general de Junior Achievement Rosario, justificando la misión de esta fundación avocada a gestar las nuevas generaciones de empresarios que darán empuje a la comunidad.

“Nosotros hacemos hincapié en decirle a los empresarios que se tienen que involucrar en la educación de los jóvenes, por el bienestar de la sociedad y porque así estarán formando sus propios recursos, su fuerza de trabajo y el mercado de sus empresas.”

Este concepto ha echado raíces entre los empresarios; actualmente son 56 las firmas que apoyan los programas educativos que Junior Achievement Rosario aplica en las escuelas con el fin de transmitir a los estudiantes de 5 a 21 años la importancia de ser emprendedores para alcanzar sus metas, en un marco de responsabilidad y libertad.

Este año le dieron clases a 7500 chicos tanto de Rosario como de localidades del interior de la provincia, en su mayoría pertenecientes a escuelas públicas. Durante los programas los alumnos aprenden a desarrollar y aplicar todo tipo de emprendimientos comerciales así como ONG´s con programas de desarrollo y liderazgo comunitario. De esta forma se montó una biblioteca de 1500 volúmenes en un colegio humilde de Villa Constitución, se dictaron charlas de salud y métodos anticonceptivos en la isla y se pusieron en funcionamiento emprendimientos de armado y venta de parrillas de metal, de velas con un packaging ideado por los chicos, un dulce de leche con chocolate, entre muchos otros.

Si bien todos son reales y algunos se mantienen mas allá de la duración del programa, el objetivo es capacitar en valores y mentalidad, herramientas para que los chicos tengan más valor agregado al salir del colegio y buscar su lugar en la sociedad.

“Uno puede ser empleado, gerente o empresario, y en este último caso donde se cuenta con la mayor libertad para poner en practica las ideas propias” explicó Hadad.

Asimismo se busca erradicar algunos mitos que adjudican una mala imagen al empresario, ya que “no es alguien de saco y corbata detrás de un escritorio, con cara de malo y que obtiene ganancias a expensas de los otros, sino una persona común que genera trabajo y riqueza para él mismo y para toda la sociedad”.

Contribuir con los programas de Junior es una forma de hacer un aporte social duradero. Cada curso se financia con el apoyo económico de una empresa, o por cada ocho personas que participen individualmente con $8 mensuales, por lo que es muy simple verificar el destino de los aportes. Asimismo se le comunica a los padres de los alumnos cual es la empresa que está invirtiendo en la educación de sus hijos.

El pasado 21 de noviembre, fue realizada la cena anual de en la cena se entregaron los premios a los participantes de los cursos. Con este evento se recaudaron recursos para 36 cursos, con lo cual queda garantizada la llegada a 1060 chicos a comienzos del siguiente año. “El objetivos es llegar a 10 mil chicos -apostó Lucas Hadad- por lo que la tarea para el 2004 recién comienza”


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