La responsabilidad social de las empresas

Publicado en Tiempo Empresario Nº 182 (2003)

El trabajo entre el sector empresario y las Organizaciones No Gubernamentales es un hecho importante en el desarrollo de una sociedad mejor. El tema es de qué forma las empresas pueden realizar una contribución caritativa para mejorar el entorno social de la comunidad, sin que esto perjudique sus metas económicas. ¿El aporte monetario es la única forma de participar en programas sociales?

Estas y otras preguntas fueron contestadas en el seminario de “Filantropía Corporativa Estratégica y Responsabilidad Social Empresaria”, que la Fundación Camino -junto con la Embajada de los Estados Unidos- llevó a cabo el pasado 11 de Junio en la Universidad Austral. El mismo contó con la presencia de la disertante Dra. Deborah Landesman, consultora independiente de la ciudad de NuevaYork, y especialista en filantropía empresaria, voluntariado corporativo y relaciones de las organizaciones con la comunidad. Concurrieron tanto empresarios como trabajadores y voluntarios pertenecientes a organizaciones no gubernamentales, es decir, los integrantes de las dos partes que buscan estrategias para aunar metas sociales y económicas.

La frase filantropía corporativa se refiere a la práctica por la cual las empresas, cualquiera sea su tamaño, realizan contribuciones caritativas para encarar temas sociales, económicos y de otras índoles. Cada vez más, las empresas consideran sus contribuciones sociales como parte de una estrategia integral de inversión social o comunitaria. Las donaciones no tienen que ser necesariamente de dinero. Productos, servicios, asistencia técnica, equipos de voluntarios integrados por empleados, y una amplia variedad de recursos pueden ser aportados para lograr un beneficio más duradero para la comunidad, pero también para la misma empresa. Así es: contrariamente a lo que la mayoría piensa, las filantropía corporativa resulta muy beneficiosa para las compañías que la practican.

“La empresa se beneficia porque es un marketing a largo plazo, mucho más sólido que la propaganda -explica Marcos Baraldi, director ejecutivo de la Fundación Camino- esto es así porque la compañía se inserta en la comunidad, convirtiéndose, a los ojos de todos, en un componente positivo más de la sociedad”.

A través de las contribuciones sociales, una empresa puede mejorar su imagen y su capacidad de influencia sobre los clientes, los inversores, las entidades gubernamentales, y los medios. En un sentido mas amplio, la filantropía corporativa contribuye a la salud y el bienestar general de la sociedad y esto también es indispensable para el buen desarrollo de la actividad empresarial. “Creo que pueden crearse situaciones en las que ganan todos -explicó Deborah Landesman a los asistentes al seminario-, las empresas dependen de que la sociedad sea sana, con un amplio acceso a la educación, al empleo, a la cultura, comunidades donde tu y yo viviríamos a gusto”.

Puede suceder que las empresas no sepan como brindar una ayuda más efectiva que la de realizar donaciones esporádicas y azarosas. En ese caso, establecer relaciones y alianzas de largo plazo con las organizaciones sin fines de lucro les permite evaluar la eficacia y el impacto de su contribución social o incluso pueden llegar a organizar sus propios programas sociales. Una alianza como esta implica que ambas partes identifiquen y acuerden objetivos comunes, aporten recursos para lograrlos y controlen el progreso en forma conjunta. Comunicación, colaboración y compromiso son los pilares indispensables de una alianza exitosa.

Si bien existen algunos obstáculos a superar, el director de la Fundación Camino enfatizó que “el obstáculo más importante es que el empresario no ha descubierto el valor de estas actividades ni toma en serio a la filantropía como una proyección de la empresa, sino como una obligación que en poco contribuye al mejor posicionamiento de la compañía, y por el lado de las ONG, la dificultad reside en armar un proyecto que sea atractivo para las empresas. En definitiva, todo se relaciona con la falta de conocimiento de ambas partes”.

Es por ello que, en la práctica de su lema de ser “un puente entre la voluntad de dar y la necesidad de recibir”, desde hace 5 años, la Fundación Camino, propone seminarios como este, que constituyen un lugar de capacitación y diálogo entre empresas y organizaciones no gubernamentales. Confiamos en que sea sólo cuestión de tiempo y trabajo hasta que los vínculos establecidos contribuyan a desarrollar la región, dignificar al ser humano y mejorar su calidad de vida.


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