Obreras de la construcción y de talleres mecánicos

Tiempos de mujer

Las mujeres ganan terreno en espacios laborales poco tradicionales para ellas. Sin las uñas pintadas, pero con la inconfundible fortaleza femenina.

Publicado en Tiempo Empresario Nº 185 (2003)


Las mujeres están incorporándose progresivamente a espacios de trabajo considerados exclusivamente masculinos. Prejuicios, hábitos culturales y temores infundados son los obstáculos que poco a poco van cayendo para dejar lugar a las pioneras en rubros como el de la construcción y el de la mecánica automotriz. Y los resultados son más que alentadores: además de mejorar el ambiente laboral, los empleadores aseguran que en ciertos aspectos las mujeres tienen mayor concentración y prolijidad que los varones.

Hasta el momento son dos las empresas pioneras en incorporar mujeres en estos ámbitos ajenos a su presencia: BBZ constructora, empresa rosarina que convocó mujeres para trabajar como albañiles y Dinamotor, una fabricante porteña de equipos de conversión de vehículos a GNC, que ya esta capacitando mujeres mecánicos para trabajar en su primer taller de instalación en nuestra ciudad.

Sin embargo no hay ánimos de fomentar la competencia entre los sexos. En entrevista con Tiempo Empresario, el socio gerente de BBZ constructora, Aníbal Buzaglo, aclaró que “el verdadero motivo es para modificar el ámbito laboral, las costumbres y el comportamiento dentro de la obra”. Según su experiencia, los hombres son más educados y disciplinados cuando están con las mujeres y viceversa.

De cualquier manera tampoco hay que desmerecer a las chicas. “Por ahora hacen lo mismo que los hombres solo que lo hacen mejor” comenta Buzaglo con una sonrisa, reinstalando así la polémica. “La limpieza de obra es algo que siempre hacemos los varones y la hacemos mal” dijo con sinceridad el ingeniero y agregó que “las mujeres en cambio redujeron los tiempos de limpieza de una forma impresionante y lo hacen bien”. Además de realizar esta labor en la que ellas son especialistas, también se animan a colocan bañeras, revoques, levantan baldes y colocan ladrillos: ninguna actividad, ya sea de fuerza o precisión, queda fuera de su alcance. “Esta experiencia nos va a servir también para determinar lo específico que hacen mejor que los hombres y así encontrarles su lugar dentro de la obra” sostuvo Buzaglo.

En lo que respecta a mecánica automotriz, en Dinamotor ya tienen formada una idea de cuales son las ventajas femeninas: “Las mujeres realizan mejor su trabajo porque tienen mayor concentración, prolijidad y desarrollo del sentido de la terminación” aseguró Alberto Cortés, responsable de Dinamotor Rosario. Contrariamente a lo que se pueda pensar, ellas son “dueñas de una técnica muy sobria, equilibrada, capaz de manejar tecnología”. El porqué de ciertas ventajas se explica fácilmente. “Cuando un mecánico que cree que “se las sabe todas” se topa con un equipo de última tecnología, lo instala a su manera, sin seguir las indicaciones al pie de la letra y es ahí cuando surgen los problemas. En cambio, una mujer con dudas busca en internet la información y se estudia todo el manual antes de tocar un solo tornillo” indicó Cortés. Pero lejos de generar puntos de fricción, y al igual que en la construcción, la convivencia laboral entre varones y mujeres crea un clima más agradable en el taller.

En las sucursales que esta misma firma tiene en Buenos Aires las mujeres siempre han sido parte del equipo técnico mecánico y actualmente representan el 30% del total del personal. Quizás en la Argentina esto sea la excepción y no la regla, pero en el resto del mundo la norma es otra. “En las líneas de montaje de Ferrari o de Porsche, uno puede encontrar planteles compuestos por mujeres hasta en un 50%” aseguró el representante de Dinamotor.

En busca de una respuesta

¿Porqué en ciertos ámbitos laborales es más difícil la inserción de la mujer?¿Existe discriminación, pautas culturales difíciles de modificar o simplemente hay tareas que por contextura física las mujeres no pueden hacer?

El representante de Dinamotor considera que la incorporación de la mujer a nuevos espacios laborales comenzó con la automatización, que redujo las tareas que exigen un despliegue de fuerza física “Hoy las máquinas son las que hacen todo el trabajo de fuerza”- comentó Cortés.

Para el socio gerente de BBZ constructora, en cambio, la fuerza física no es determinante. “En la construcción hay hombres fuertes y débiles –comentó- y algunos de ellos quizás tengan menos fuerza que ciertas mujeres. En la planta albañil, lo que se necesita es estar capacitado o tener ganas de aprender, ya sea mujer o varón”

De las mujeres que se presentaron, solo dos están capacitadas para ser oficiales de obra, y aún en estos casos su experiencia proviene de trabajar en casas particulares o porque el padre o el marido era contratista. Una de ellas, Cristina Sarmiento, lleva 20 años en el oficio pero nunca lo había hecho como una profesión estable. “Cuando buscaba trabajo en una construcción me decían que no tomaban mujeres y no me daban mayores explicaciones”- confiesa.

Una de sus compañeras, Norma Alegre, cree que el problema está en la complicación extra que representaría modificar ciertas cuestiones legales para incorporar mujeres, como por ejemplo el preocupacional. Efectivamente, la constructora informó que tuvieron que adecuar algunas cosas, -como por ejemplo el contrato, para contemplar el caso de una albañil que quedara embarazada a mitad de la obra-, pero no hubo obstáculos mayores para realizarlo.

En cuanto a los prejuicios acerca de las mujeres, queda claro los hay y que se trata de hábitos culturales arraigados que son difíciles de modificar. Pero también esta demostrado que una vez que se rompe con esa barrera y las mujeres ingresan en estos trabajos poco convencionales, los prejuicios caen y predomina el compañerismo y la amabilidad.

En la ciudad de Córdoba hace tiempo ha caído por tierra uno de los prejuicios más difundidos entre la población masculina: el prejuicio de que las mujeres son malas conductoras de vehículos. “Aquí, desde hace quince años que los trolebuses son manejados exclusivamente por mujeres -constató el Secretario de transporte de la ciudad de Córdoba, el Dr. de la Puente- y nunca se registraron mayores accidentes que en la planta de ómnibus, que es manejada mayoritariamente por varones”. Y la tendencia de conductoras femenino en el transporte de pasajeros va en aumento: “Hay cada vez más mujeres conduciendo taxis, remises y transportes escolares”-aseguró el funcionario cordobés.

Por lo visto, se podría concluir que ya es hora de desterrar los prejuicios y abrir las puertas laborales a las mujeres, con el fin de lograr un mejor y más equilibrado ámbito de trabajo, así como un mercado laboral más equitativo.


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